ASiento tu mano suave como recorre despacio todo, mi cuerpo y acaricias mi piel y yo excitado al máximo, subo y gateo hasta llegar a tu boca para besarla y jugamos con nuestras lenguas, con mucho amor, pasión y deseos de hacer el amor una y otra vez, sientes mi junco duro, erecto y húmedo por mi excitación, susurras, jadeando y mordisqueas el lóbulo de mi oído, con una voz tenue diciéndome, amor mío, cariño, entra en mí hasta lo más profundo de mí ser, para poderte sentirte dentro de mi ser y así sentir que te estoy poseyendo, que eres mío por siempre y para siempre, tú subes encima de mí, para que yo pueda entrar lentamente hasta lo más profundo de tu ser y con placer para que así, tú seas la que mande haciendo el amor entre los dos, tu galopas de tal manera que parece que cabalgases encima, con la máxima excitación, me levanto para mientras estoy dentro de ti, con mi lengua te la paso por tus maravillosos pezones que por esa gran excitación se te han puesto erectos, mordisqueo tus pechos y los masajeo, que se te han puesto duros, gritando y con gemidos entrecortados por el placer y el deseo de llegar al orgasmo, llegamos al orgasmo los dos a la vez y nos sentimos los dos todo humedecidos lo genitales, por la excitación que al llegar tu al orgasmo tu vagina empieza a dejar salir todos tus fluidos vaginales, maravillosos y excitantes, haciéndome desearte a cada momento, los dos extenuados cansados después de una máxima excitación, te echas encima de mi pecho y con mis brazos rodeo tu bello, sedoso y desnudo cuerpo, junto a mi mientras me mordisqueas los pezones, nos besamos con amor, deseo, placer y ante todo ternura. Mi amor. ¡Qué tristes son las noches cuando tú no estás entre mis brazos, mi corazón a sentido que he estado dentro de tu ser, llegando hasta el fondo de tus entrañas, siento tus manos correr sobre mis pechos y que llevo mis besos candentes con todo mi amor, con mis labios ardientes, para hacerte estremecer otra vez de placer y deseo.